¿Recuerdas cuando hablamos de la Conexión entre el Estrés y la Infertilidad? Probablemente ya me hayas escuchado decir esto mil veces ya, pero: LA REPRODUCCIÓN VA DE SUPERVIVENCIA. Si tu cerebro no siente que es un momento seguro para tener un bebé, simplemente no lo hará. Y créeme, se necesitan muchos nutrientes para crear un bebé. ¡Muchos! Y es por ello que las deficiencias nutricionales es uno de los primeros puntos a trabajar cuando una pareja tiene problemas de fertilidad.

No hay duda de que los nutrientes son esenciales para nuestra vida. Tus células necesitan nutrientes para funcionar correctamente, así como tus órganos y sistemas. Es por eso que solo puedes sobrevivir una cierta cantidad de días sin comida. Necesita nutrientes para vivir, para funcionar…

Pero, ¿sabes que las deficiencias nutricionales son uno de los principales contribuyentes a la infertilidad? Especialmente a la infertilidad sin causa aparente. Pero si eso es verdad (y créeme, lo es), ¿por qué no se abordan las deficiencias nutricionals en la consulta del médico?

La razón principal es que normalmente se pasan por alto. Muy a menudo, tu médico no identifica si hay o no deficiencias nutricionales. A veces porque simplemente ni siquiera se los busca. Otras veces, porque no son tan obvios de ver en un análisis de sangre. ¿Por qué? Porque los médicos convencionales miran rangos de referencia convencionales, que se construyen teniendo en cuenta el total de la población. Estos rangos se crean tomando una muestra que representa a la población general y luego estableciendo un promedio y creando un rango de referencia. ¿Pero no has notado que la población en general está cada vez más enferma? Compara la población de hoy con la de nuestros abuelos o bisabuelos. Las enfermedades crónicas son cada vez más frecuentes y prevalentes en estos días. Pero los rangos convencionales no significan rangos óptimos, y mucho menos saludables.

Si te haces analíticas frecuentes y te encuentras continuamente dentro de los rangos convencionales, tu médico no hará nada al respecto, a menos que estés demasiado cerca de uno de los cortes o ya caigas fuera del rango … y entonces ya te medicarán.

En el mundo funcional, utilizamos los rangos de referencia de manera diferente. A partir de esa población total, la medicina funcional utiliza para establecer sus rangos solo la parte de la población que esta sana. Primera diferencia notable. Porque si vamos a compararnos, mejor compararnos con la población sana y no con la enferma, digo yo. Y para establecer sus rangos pone en corte donde estas personas sanas se sienten mejor en su momento óptimo. Segunda diferencia notable. Esto quiere decir que, si bien es posible que a los ojos de tu médico todo este bien, es posible que estés lidiando con una deficiencia que te impida no solo sentirte en tu mejor momento, en tu nivel óptimo, si no lo más importante, puede estar impidiéndote que te quedes embarazada.

El embarazo es un verdadero milagro. Hay tantas cosas que tienen que suceder en el momento exacto que, créeme, quieres estar en tu mejor momento para tener las mejores posibilidades de que eso suceda.

Pero, ¿por qué motivos podríamos tener deficiencias nutricionales? A continuación, os cuento los tres motivos más comunes:

# 1 FALTA DE NUTRIENTES EN LA DIETA

Este es el más obvio, pero también el más común.

No tienes idea de cuántas de mis clientes vienen a verme con lo que parece ser una dieta bastante saludable, pero cuando profundizamos, identificamos varias deficiencias graves de nutrientes.

Lo entiendo. La nutrición es muy confusa.

La información es poder, pero hay que saber cómo usarla. Porque el exceso de información puede ser tan perjudicial como la carencia de la misma. Estamos continuamente bombardeados por información nutricional en internet, las redes sociales, las revistas, los periódicos, en las televisiones, información que muchas veces además es contradictoria. Algunos dicen que no debes comer grasas, que la grasa es mala, y al mismo tiempo otros juran que la dieta cetogénica les salvó la vida. Algunos dicen que necesitas comer varias veces al día mientras que otros abogan por el ayuno como herramienta de curación. Algunos dicen que los humanos son los únicos mamíferos que beben leche siendo adultos, mientras que otros dicen que la leche es un alimento rico en nutrientes y que no hay motivo para eliminarlo. Algunos dicen que la carne causa cáncer, Otros dicen que necesitas carne porque es una proteína completa. Algunos dicen que debes ser vegetariano. Otros dicen que te faltaran vitaminas y minerales si solo comes plantas…

¿Y entonces a quién haces caso? Como te digo, muy confuso …

Ciertamente no existe la dieta perfecta. Y personalmente no creo en las dietas milagrosas. Y si vas a un nutricionista que te diga lo contrario, creo sinceramente que debería volver a estudiar. Las dietas no funcionan por el simple hecho de que todos somos diferentes y lo que es bueno para mí, lo que me funciona a mí, puede no funcionarte a ti. E incluso voy más allá: lo que me funciona a mí hoy, puede no funcionarme en el futuro…porque nosotros también cabíamos con el tiempo, y nuestras necesidades nutricionales cambian con el tiempo y las circunstancias.

Así que encontrar la DIETA ADECUADA PARA TI es donde quieres llegar. Y para eso, hay dos opciones: el clásico “prueba y error”, o trabajas con un profesional de la nutrición que te ayuda en el camino.

Fui por la primera opción y llegué justo donde quiero estar … pero, (y siempre hay un pero) tarde nada menos que seis años. Ojalá hubiera tenido a alguien que me ayudara en el proceso, pero si hubiera sido así, no estaría hoy escribiendo este post. Así que, por eso, estoy agradecida.

Lo que puedo decirte es que hay tres reglas o principios básicos que puedes seguir para asegurarse de maximizar su ingesta de nutrientes:

1. Asegúrate de comer lo suficiente.
2. Asegúrate de comer una variedad de alimentos.
3. Come productos de temporada y locales en la medida que puedas.

Si sigue estas reglas, habrá terminado en un 80%. Si. 80%! El otro 20% es cuestión de encontrar tu bioindividualidad: qué alimentos funcionan mejor para ti, ajustar tus cantidades e identificar tus horarios/frecuencia.

Pero a menudo encuentro que, especialmente las mujeres, tendemos a comer poco, bastante menos de lo que necesitamos. Además, tendemos a comer regularmente los mismos alimentos y es difícil comer con la temporada.

Amiga, si no comes suficiente, no obtienes suficientes nutrientes, tu cuerpo activará su MODO ESTRÉS. Entrarás en un estado en el que domina en sistema nervioso simpático, y tu cuerpo pensará que hay una amenaza inmediata (hambruna), y debe lidiar con ella. Por lo tanto, no va a derivar ningún recurso para desarrollar un embarazo. De hecho, llevado al extremo, puede derivar en una condición llamada amenorrea hipotalámica, que básicamente cuando tu cerebro interrumpe la reproducción por completo, en este caso, debido a la falta de nutrientes (déficit nutricional o deficiencias nutricionales severas) o calorías (déficit calórico). Estrés máximo.

Comer una variedad de alimentos tampoco es parece fácil. Somos mujeres trabajadoras, con una vida laboral, social y familiar. Nos gusta y disfrutamos de ir al gimnasio, salir con amigos, ir al cine, ir de compras, tener una buena cena en restaurantes elegantes o comida chatarra en lugares horribles, pero riquísimos … cualquiera que sea tu elección, lo que encuentro es que cuando se trata de patrones de alimentación, tendemos a ser muy repetitivos, a comer siempre lo mismo. Somos criaturas de costumbre. Levanta la mano si has vivido en una de esas casas donde la comida de la semana estaba súper estructurada: sopa de verduras y pollo los lunes, lentejas los martes y tortilla de patata, pasta los miércoles, menestra y ternera los jueves, crema de calabacín y pescado los viernes, etcétera… yo sabía que, si iba de mi abuela el jueves, comería pasta, mientras que, si iba los viernes, me tocaba pescado.

Esta es una gran herramienta para organizar. Especialmente para aquellos con familias numerosas o familias con un presupuesto muy ajustado, es un salvavidas… pero también tiene el problema de que puedes caer en una rutina y perder la oportunidad de ampliar la gama de alimentos para comer. Los diferentes alimentos tienen diferentes nutrientes, y los aprovechamos al máximo cuando cambiamos, variamos y mezclamos diferentes alimentos en diferentes platos, porque los nutrientes funcionan de manera sinérgica.

Y, por último, comer con la temporada es otro que me falta bastante a menudo. Vamos, ¿fresas en noviembre? Ojo, que no juzgo, que yo también lo hago de vez en cuando.

Tendemos a comprar en los supermercados o grandes superficies, donde tenemos acceso a todo lo que queremos, y tendemos a comprar menos en las tiendas de barrio y los mercados. Pero tenemos que entender algo. Las frutas y verduras que compramos fuera de temporada no se han cultivado localmente. Lo que conlleva tres problemas: Porque no se produjeron ni se plantaron cerca de donde vives, necesitan ser transportadas. Por lo tanto, no se recogieron cuando estaban maduras, que es cuando están en su punto máximo de nutrición. Fueron recogidos bastante antes para que puedan madurar de camino a la tienda y terminar madurando en las estanterías o en tu nevera.

Por otro lado, como se cultivan lejos de donde vives, deben transportarse al supermercado o tienda, lo que contribuya a la contaminación ambiental.

Y, por último, al comprar frutas y verduras locales y de temporada, además de garantizarte que estás maximizando tu ingesta de nutrientes, al mismo tiempo, estás apoyando a tu comunidad local. Ganamos todos.

# 2 PROBLEMAS CON LA ABSORCIÓN DE NUTRIENTES

La segunda razón más común de las deficiencias nutricionales es la malabsorción. Esto significa que incluso cuando obtienes todos los nutrientes que necesitas de la dieta; esos nutrientes no llegan a la célula. Esto es muy común. Y hay muchos factores que contribuir a problemas para absorber los nutrientes.

La digestión es un proceso de norte a sur (de arriba-abajo): comienza en el cerebro y termina puyes eso, abajo, en el ano. Cualquier problema o mal funcionamiento en este proceso puede provocar una mala absorción de nutrientes. Si comes estresado, deprisa y corriendo, si no masticas lo suficiente, si no tienes suficiente ácido estomacal, si no produces suficientes enzimas pancreáticas,  si tu producción de bilis anda así así, si no tienes vesícula biliar, si tienes sensibilidades alimentarias, infecciones intestinales, intestino permeable, si tienes una flora bacteriana desequilibrada, si tienes toxicidad por moho o micotoxinas, o toxicidad por metales pesados… todas estas cosas, y más, pueden disminuir tu capacidad de absorción de nutrientes.

Hace varios meses publiqué un post de dos partes sobre Digestión y Fertilidad, donde hablo específicamente sobre la absorción de nutrientes y cómo los problemas digestivos pueden afectar, y de hecho afectan, a tu fertilidad. Échales un vistazo para conocer todos los detalles:

Fertilidad y salud intestinal (parte 1) y Fertilidad y salud intestinal (parte 2)

La realidad es que a menudo no es una única razón, sino una combinación de varias, porque, ya sabes, ¡todo está conectado! Es por eso que suelo utilizar test funcionales como el GI MAP en todos mis pacientes que están lidiando con temas de infertilidad.

# 3 USO DE MEDICAMENTOS

Super importante. Según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud americano, aproximadamente el 46 por ciento de la población de EE. UU. tomó uno o más medicamentos recetados en los últimos 30 días. Eso es casi 1 de cada 2. Piénsalo: por lo general, nuestros médicos nos informan sobre las interacciones o contraindicaciones de los medicamentos, pero rara vez se nos informa sobre la disminución de nutrientes que estos medicamentos causan. Y créeme, puede llevar a deficiencias nutricionales severas. Veamos algunos ejemplos de los medicamentos más comunes:

✔ Los IBP (inhibidores de la bomba de protones), medicamentos que funcionan para reducir la cantidad de ácido gástrico producido por glándulas en el revestimiento del estómago (los antiácidos de toda la vida), disminuyen la vitamina B12, vitamina C, calcio, hierro y magnesio.

✔ La píldora anticonceptiva, tomada por más de 10 millones de mujeres en los EE. UU., deja a tu cuerpo sin varias vitaminas del grupo B (riboflavina, B6, B12 y ácido fólico), vitamina C, asi como minerales como magnesio, selenio y zinc.

✔ La metformina, que se usa en personas con niveles altos de azúcar en sangre, prediabéticos, diabéticos y que como tratamiento estándar para mujeres con síndrome de ovario poliquístico, de deja sin vitamina B12.

✔ Incluso algo tan básico como el ibuprofeno impacta tus niveles de hierro y folato, ¡y tu producción de melatonina!

Si actualmente estás tomando algún medicamento, da igual que sea con o sin receta, díselo a tu nutricionista porque saber eso, puede marcar la diferencia total. De hecho, esta es una de las primeras cosas que debemos abordar como profesionales de la nutrición, y encuentro que a veces este es el eslabón perdido del que nadie habla ni aborda.

Ahora que conoce las razones que pueden estar contribuyendo a tus deficiencias nutricionales, la pregunta es: ¿Cómo puedo abordar esto? ¿Puedo arreglarlo sólo través de la alimentación?

Una pregunta que recibo muy a menudo que me hacen muy a menudo… Y aunque sí, deberías ser suficiente y desde luego es a lo que teneos que aspirar, a veces es posible que necesites un pequeño impulso o refuerzo.

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¿Estás perdida con toda la información nutricional contradictoria que hay? ¿No estás segura de si está comiendo para apoyar su fertilidad? ¿Tu médico te ha dicho alguna vez que las deficiencias nutricionales pueden dificultar el embarazo? Si quieres saber cómo la nutrición puede afectar a tu capacidad para concebir, y sí, la de tu pareja también, consulta Mis 2 programas: Optimiza tu Fertilidad y Trimestre Cero. O ¡mejor aun! contáctame y agenda una primera sesion inicial conmigo. Hablaremos sobre tus preocupaciones y te contaré cómo la nutrición puede marcar la diferencia. Hazlo a través de este LINK.