En la publicación de la semana pasada te hablé sobre infertilidad inexplicada o sin causa aparente. Ese diagnóstico que te dan cuando todas las pruebas parecen estar bien.

No me malinterpretes. El enfoque de la medicina convencional sobre la infertilidad es absolutamente necesario. Lo primero que debe descartar son los problemas anatómicos y las disfunciones hormonales. Es clave saber de antemano si cosas como trompas bloqueadas, endometriosis, fibromas o varicocele, así como problemas hormonales como la baja producción de progesterona o el exceso de prolactina están afectando vuestra capacidad de concebir. Todo lo anterior son ejemplos de cosas que pueden interponerse en el camino y, como digo, es primordial saberlas de antemano para poder trabajar en ellas.

Sin embargo, son muchas las ocasiones en que todos los resultados salen bien o dentro del rango normal. Pero cuando se trata de tu salud, no quieres ser normal. Quieres estar en el rango óptimo. Quieres estar genial, ¿no? ¿Y qué pasa cuando todo está bien? Pues que generalmente la medicina convencional no te da más opciones que no sean seguir intentando o someterte a Técnicas de Reproduccion Asistida (TRA).

Pero, ¿qué otras opciones tienes REALMENTE?

Todas las pruebas por las que has pasado se centran en tu salud reproductiva, y como he dicho, es absolutamente necesario. Pero hay muchos factores adicionales que pueden afectar tu infertilidad y que no están directamente relacionadas con tus órganos reproductores. Hablemos sobre cuáles son estos otros factores:

Sospechoso # 1: Estrés

Sí, el famoso estrés. De hecho, el estrés puede causar caos y finalmente afectar tu fertilidad. ¿Pero cómo?

Cuando tu cuerpo se encuentra bajo estrés, se enciende el modo “lucha o huida” o llamémoslo “modo de supervivencia”. Tu cuerpo no es capaz de identificar si ese estrés proviene de una amenaza real, como un oso que sale del bosque, o si es tu jefe que te está gritando. Solo percibe eso, estrés. Por lo tanto, se enfoca únicamente en aquellas tareas o procesos que son esenciales para la supervivencia. ¿Y qué funciones no son esenciales? La digestión, la función inmune y la reproducción, entre otras. ¿Porque quién necesita pararse a comer cuando huyes de un oso? ¿Quién necesita combatir una infección cuando estas huyendo de un oso? ¿Y quién necesita reproducirse cuando estás huyendo de un oso?

Sí, el estrés es complejo, porque también puede hacerte sentir muy bien. Y muchas personas no son capaces de identificar que están bajo estrés porque se sienten en la cresta de la ola. Se sienten llenos de energía, activos, sin dolor, capaces de hacer casi cualquier cosa… Esa es la otra cara de la moneda. Ahora hazte la pregunta opuesta: ¿qué es lo que necesitas cuando huyes de un oso? Necesitas energía, necesitas flujo sanguíneo, necesitas visión, sentidos, agudez y claridad mental. No necesitas dormir, necesitas estar activo… y así es como funciona. Eso es lo que hace el estrés.

Dicho esto, las personas generalmente están familiarizadas con el estrés emocional. Ese estrés relacionado con los sentimientos, como la ansiedad por una fecha de entrega, la tristeza y la preocupación por un pariente enfermo o un trabajo perdido, nerviosismo e intranquilidad por una nueva oportunidad, enfadado y resentimiento por una mala relación … pero hay otros tipos de estrés. Y recuerda que tu cuerpo no sabe identificar los diferentes tipos de estrés, tu cuerpo reacciona ante todos por igual.

Existe el estrés físico. El que proviene de una lesión que podría ser reciente o que sucedió en el pasado, como un accidente de coche o una caída grave, o por no moverse, como esos trabajos que requieren estar sentados durante largas horas en la misma postura. Y está el estrés bioquímico, que proviene de la toxicidad, por ejemplo, del medio ambiente (toxicidad del cobre en las tuberías de agua de los edificios antiguos, plomo de la contaminación del aire), de infecciones (virus, bacterias, parásitos, hongos), de sensibilidades alimentarias, inflamación, mal uso o uso excesivo de medicamentos y antibióticos…

Abordar tu estrés – los tres tipos – es un componente esencial de cara a tu diagnóstico de infertilidad. Si quieres saber mas detalles sobre el estrés y la fertilidad, te animo a que leas este post: La conexión entre el estres y la fertilidad

Sospechoso # 2: Azúcar en la sangre

Cuando se trata de la infertilidad y el equilibrio hormonal general, siempre hay que abordar el azúcar en sangre.

La insulina es la hormona que regula el azúcar en la sangre (glucosa) y se libera del páncreas como respuesta al esa glucosa. Su objetivo principal es transportar la glucosa a las células para que éstas la puedan usar como energía. El azúcar es como como el cuento de Ricitos de Oro, se necesita en las cantidades correctas. Si comes demasiada azúcar, desbordarás tu sistema, causando una gran elevación en los niveles de glucosa, lo que requiere que el páncreas produzca un exceso de insulina para llevar ese azúcar a las células. Si tus células no necesitan este azúcar de inmediato, la insulina transporta el exceso de azúcar al hígado, donde se almacena como glucógeno y en el tejido adiposo en forma de triglicéridos.

Cuando comes carbohidratos complejos saludables (de verduras y granos integrales), el contenido de fibra ayuda a descomponer el azúcar gradualmente, manteniendo equilibrados los niveles de insulina y glucosa. Pero cuando comes carbohidratos vacíos, provenientes de azúcar y carbohidratos refinados poco saludables (cereales, galletas, pasta, arroz blanco …), éstos se convierten en azúcar en sangre con bastante rapidez, lo que provoca un aumento dramático en tus niveles de glucosa e insulina.

Este aumento hace que el azúcar salga de la sangre mucho más rápido de lo normal porque el páncreas está produciendo toneladas de insulina para limpiar todo desorden… Esto a su vez provoca una caída dramática similar en tus niveles de glucosa, también conocida como hipoglucemia reactiva. Esta caída en los niveles de glucosa te dejará irritable, ansiosa y con ganas de más carbohidratos para que tus niveles de azúcar en la sangre vuelvan a la normalidad. Y vuelta a empezar. Esto se conoce como la montaña rusa de la glucosa.

Si continúas con este círculo vicioso constantemente, tu cuerpo se volverá resistente a la insulina. Lo que significa que la insulina deja de hacer las funciones tan bien como las solía hacer. Sin embargo; tu cuerpo no lo sabe, por lo que el páncreas continúa liberando más insulina en la sangre para reducir los niveles de azúcar después de las comidas. Si la insulina ya no funciona correctamente, esto eventualmente conduce a altos niveles de azúcar e insulina en la sangre. Mientras tanto, tus células y tu cerebro carecen de glucosa para producir energía y acabas sintiéndote cansada, hambrienta, deprimida y con ansia de más azúcar ¡TODO EL TIEMPO!

Y bien, ¿cómo afecta esto a tus hormonas y a tu infertilidad?

• Comienza con un exceso constante de insulina. Recuerda que la insulina es una hormona y si está fuera de control, otras hormonas también estarán fuera de control. Cuando los niveles de insulina aumentan, también lo hacen los niveles de cortisol. El cortisol es la hormona del estrés y compite con la progesterona por los mismos receptores a nivel celular. Pero desafortunadamente para nosotros, el cortisol siempre gana la batalla.

• El exceso de insulina también hace que tus ovarios produzcan más testosterona en relacion con el estradiol (el estrógeno mas potente). Este exceso de testosterona puede provocar el mal funcionamiento de tus ovarios, lo que puede causar ovulación esporádica o cortar la ovulación directamente, provocando infertilidad. Este es el caso de los Síndrome de Ovarios Poliquísticos.

• Además, el exceso de insulina aumenta la producción de estrógeno, y este exceso de estrógeno puede suprimir la producción de hormona estimulante del folículo (FSH). Cuando se suprime la FSH, esto provoca que la hormona luteinizante (LH) domine a la FSH. FSH es responsable de madurar sus folículos. Cuando la LH domina sobre la FSH, la ovulación se resiente y incluso puede dejar de ocurrir por completo, causando infertilidad. Igualmente, es comun vern en SOP, niveles mas altos de LH en comparacion con los niveles de FSH.

• Esto conduce a bajada en producción de Progesterona. Sin suficiente progesterona, tu cuerpo no puede llevar a cabo los ciclos normales de ovulación ni soportar un embarazo. Esto puede causar períodos irregulares, detener la menstruación por completo, síndrome premenstrual, SOP, endometriosis, fibromas y problemas similares.

Casi todas las células de tu cuerpo se ven afectadas por el exceso de insulina, lo que también eleva la producción de químicos inflamatorios, ¡el comienzo de todas las enfermedades crónicas! Este vínculo entre exceso de insulina e inflamación celular es la razón por la cual los desequilibrios hormonales a menudo mejoran cuando se estabiliza el azúcar en la sangre.

Si quieres saber mas detalles como el azúcar puede afectar a tu fertlidad, lee todos los detalles en este post: Como afecta el azúcar en sangre a tu fertilidad.

Sospechoso # 3: Tu Tiroides

El tercer factor que puede tener un gran impacto en tu capacidad de concebir es tu Función Tiroidea.

Tu Tiroides es una glándula endocrina en forma de mariposa ubicada justo sobre la nuez. Es el responsable de tu Función Metabólica. Impulsa el control de todo lo relacionado con tu metabolismo, desde la temperatura corporal, tu metabolismo de la glucosa, tu salud ósea, tu metabolismo hormonal, la absorción de nutrientes, tu digestión y motilidad intestinal, tu función hepática y tu desintoxicación, el envejecimiento, tus niveles de colesterol y tu metabolismo de grasas.

Cada célula de tu cuerpo tiene un receptor para la hormona tiroidea.

La función tiroidea es un trabajo de equipo. Tu cerebro le manda la señal a tu glándula tiroidea para que produzca hormona tiroidea en su forma inactiva. Necesitas el hígado y el intestino para convertir esa forma inactiva en la forma activa. Necesitas el torrente sanguíneo para transportar esa hormona tiroidea a la célula. Por lo tanto, la salud del cerebro, la salud del hígado y la salud intestinal son necesarias para tener una salud tiroidea adecuada.

La función tiroidea está regulada por el cerebro a través del eje hipotálamo-pituitaria (H-P), el mismo eje que regula tu respuesta al estrés. Este eje también controla la producción de algunas de las hormonas más importantes relacionadas con la fertilidad y la cantidad en que esas hormonas se liberan. Cuando ocurre cualquier desviación, se pueden interrumpir o completamente desaparecer tus ciclos menstruales. Sin un ciclo menstrual saludable, que incluya ovulación, fecundación e implantación, el embarazo no puede suceder de forma natural (diagnostico de infertilidad). El tiroides puede alterar la calidad del esperma masculino tanto como puede alterar el ciclo menstrual femenino, sin embargo, las mujeres se ven más afectadas por la disfunción tiroidea que los hombres.

Tus hormonas tiroideas y tu cortisol (estrés) están fuertemente vinculadas ya que tienen su origen en el mismo eje en el cerebro. Cuando el cortisol se eleva, interfiere con la conversión de la hormona tiroidea inactiva (T4), en la hormona tiroidea activa (T3), que es la que usa la célula. Además, los niveles elevados de cortisol aumentan la producción de otra forma de hormona tiroidea la T3 Inversa (RT3), que reduce la sensibilidad de la célula a la hormona tiroidea.

Cuando el tiroides no funciona correctamente, todos los procesos metabólicos se ven afectados, al igual que la salud reproductiva. Es por eso que las personas con problemas de tiroides tienen más dificultades para concebir.

Dicho esto, recuperar la salud tiroidea puede reducir las posibilidades de infertilidad relacionada en el futuro. En un estudio de un grupo de casi 400 mujeres que sufren de infertilidad, se descubrió que el 24% de los participantes tenían hipotiroidismo, pero dentro del año de tratamiento, el 76% pudieron concebir.

Sospechoso # 4: Tu intestino

Tu intestino influye en la salud de todos los sistemas y funciones de tu cuerpo. Es el responsable de la absorción de nutrientes, de tu sistema inmune, de cómo piensas y de cómo te sientes, de cómo metabolizas y excretas las hormonas, e influye también en tu fertilidad. En fin, que cuando su intestino no funciona correctamente, tu salud general se ve tremendamente afectada.

Como responsable de la absorción de nutrientes, si tu función intestinal se ve afectada, puede conducir a deficiencias nutricionales, lo que puede afectar no solo tu fertilidad sino también el desarrollo del bebé.

Pero el intestino también es donde se encuentra la mayoría de tu sistema inmune. La pared intestinal tiene el grosor de solo una célula, y es responsable de permitir que sólo los nutrientes en su forma óptima de absorción, ingresen en el torrente sanguíneo y sean transportados a las células. Cuando partículas desconocidas llegan al intestino (toxinas, bacterias, hongos, moho, partículas de alimentos que no se digieren adecuadamente, alimentos a los que reacciona tu sistema inmune, medicamentos antiácidos, ibuprofeno, antibióticos …), tu sistema inmune desencadena una respuesta inflamatoria. La misma respuesta que desencadena cuando te golpeas el dedo con un martillo. Se inflama. En un cuerpo sano, esta reacción inmune se resolverá una vez que la amenaza haya terminado. Pero cuando tu intestino está siendo bombardeado constantemente con estos “enemigos”, esta respuesta inflamatoria lo que hace es abrir el espacio entre estas células, y las partículas comienzan a filtrarse en tu torrente sanguíneo, partículas que no deberían estar allí, creando un estado de inflamación crónica. La inflamación puede conducir a múltiples síntomas y, al final, incluso a la autoinmunidad. Esto se conoce como permeabilidad intestinal o intestino permeable.

La reproducción es sobre la supervivencia. Cuando hay inflamación crónica, el cuerpo comprende que está bajo estrés y necesita sanar y lidiar con la inflamación subyacente, nuevamente, reduciendo tus posibilidades de concebir.

Otra función importante de tu intestino es el metabolismo del estrógeno. Tu estrógeno, tras pasar por las dos fases de desitoxicación en el hígado, pasa finalmente a metabolizarse en tu intestino. La enzima beta-glucuronidasa, presente en el intestino, des-conjuga el estrógeno en su forma activa y lo recircula nuevamente en el torrente sanguíneo en lugar de eliminarlo del cuerpo a través de las heces. La disbiosis o disfunción intestinal, puede alterar el metabolismo del estrógeno, lo que conduce a niveles anormales de estrógeno, afectando tu salud reproductiva y pudiendo afectar tu fertilidad.

Si quieres saber mas detalles de como tu salud intestinal puede afectar tu fertilidad te animo a que leas estos dos post Salud Intestinal y Fertilidad (1) y Salud Intestinal y Fertilidad (2).

Ademas de estas 4 areas, hay una quinta area a la que quiero darle una mencion especial: las Deficiencias Nutricionales, y por ello os hablo en detalle en otro post Deficiencias Nutricionales y Fertilidad.

Es recomendable que trabajes con un profesional cualificado que te ayude a entender cuál o cuáles de estos factores pueden estar afectando en tu caso particular.

¿Y tú?

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