Si, lo has leído bien, vegana. La verdad es que siempre he sido mu dulcera. Me encantan los dulces, especialmente el chocolate. Cuanto más negro y más amargo mejor. Excepto el de 100% cacao que es como morder polvo… Y la verdad que solía hacer bastante dulces con mis hijos. A ellos les divierte y es una actividad que te puede salvar una tarde de esas de lluvia que no sabes que hacer. En mi caso, eran tardes en Shanghái en los que la polución estaba por las nubes y no podíamos salir de casa. La cuestión es que durante mi epca de Shanghái sufrí una intolerancia muy fuerte a los huevos, y desde entonces casi no he vuelto a hacer dulces. Encuentro que la textura que dan los huevos ¨veganos”, en plan semillas de chía o semillas de lino con agua no terminan de darle una textura que me convenza. Y para tener dulces por casa que no puedo comer… ¡pues casi mejor no tenerlos!
Un día buscando en internet encontré una receta de una tarta de chocolate vegana que lleva calabaza y tenía un pintón. Y la verdad que estaba francamente buena. Desde entonces la he ido variando, cambiando la calabaza por batata y ajustando al gusto familiar; ni muy dulce ni muy amarga, ni muy gruesa, ni muy pastosa, ni muy mazacote… Y al final me he quedado con esta, que ya es un clásico en casa y que hasta a mi suegra le encanta y cada vez que viene a vernos me pide que la haga.
La batata es súper nutritiva, llena de fibra, muy saciante y además, como os comentaba, es muy versátil. Se pueden usar tanto para platos salados como dulces. La batata es rica en antioxidantes y proporciona una gran cantidad de vitaminas y minerales incluyendo vitamina A, vitamina B6, ácido pantoténico (vitamina B5), vitamina C, manganeso, potasio, cobre y niacina. Los nutrientes y antioxidantes que se encuentran en la batata junto con el alto contenido de fibra han demostrado promover la salud intestinal, favorecer la visión, mejorar la función cerebral y el sistema inmunológico, además de tener propiedades anti cancerígenas.
¡Espero que te guste!
Ingredientes húmedos:
- 1 batata mediana cocida
- 2 plátanos maduros
- 1 taza de leche de coco (de las de lata)
- 1 cucharada de postre de extracto de vainilla
Ingredientes secos:
- 1 1/4 taza de harina de almendra o anacardo (también funciona con avena, aunque la textura cambia un poco)
- 2/3 taza de azúcar de coco
- 5 cucharadas de pipas de calabaza (peladas y sin tostar)
- 7 cucharadas de caco puro en polvo
- 2 cucharadas de postre de bicarbonato
- 1 cucharada de postre de canela en polvo
Paso a paso:
- Precalienta el horno a 180ºC.
- En un procesador o Thermomix muele las pipas de calabaza y el azúcar de coco hasta que estén pulverizados.
- Añade los ingredientes húmedos y mezcla hasta que estén bien mezclados.
- Añade los ingredientes secos y mezcla hasta que estén bien incorporados.
- Vierte la mezcla en un molde de horno y hornea durante 50-60 minutos o hasta que un cuchillo salga limpio. En mi horno de casa con 50 tengo la textura perfecta pero por ejemplo, en casa de mi madre me tengo que ir hasta la hora. Ponte el reloj a los 50 minutos y prueba y ahi decide.
- Deja enfriar y sirve.
Si quieres, en el último paso puedes incorporar una taza de nueces cortadas en trocitos para darle un toque crujiente.
Dime si te animas a hacerla y te gusta. Y si te gusta la batata tengo mas recetas con ella, ¡a mi me vuelve loca!
Ensalada de quinoa con batata al horno